16 febrero 2007

Brigadas Rojas, una leyenda equívoca

Diecinueve personas han sido arrestadas esta semana en el norte de Italia, sospechosas de preparar un atentado. Entre los detenidos se encuentran algunos miembros del CGIL, el sindicato de izquierda más importante del país.
Los documentos incautados y las escuchas telefónicas realizadas señalan hacia una operación dirigida contra la vivienda de Berlusconi y un atentado contra el diario de derechas “Libero”.
Cuatro años después de la desarticulación de las Nuevas Brigadas Rojas, que firmaron dos asesinatos en 1999 y el 2002, aparece esta organización heredera de las Brigadas Rojas, cuya actividad se reduce, de momento, al incendio de un local de Forza Nuova, en Padua.
Cunde la alarma y el escepticismo entorno a la vuelta de la edad de plomo, de las Brigadas Rojas, del retorno del falsamente llamado terrorismo de ideología de extrema izquierda.
Un poquito de prudencia está a la orden del día con respecto a la noticia.
Y, con respecto a los orígenes y objetivos de las Brigadas Roja, hagamos un poco de memoria. El fundador de las Brigadas Rojas era Renato Curzio, ex miembro de Ordine Nuovo, un grupo de extrema derecha.
El secuestro y asesinato del presidente de la Democracia Cristiana, Aldo Moro, por el grupo terrorista, en mayo de 1978, se produjo en el momento en que éste intentó el llamado Compromiso Histórico, es decir, por primera vez se pretendió negociar un Gobierno de solidaridad nacional con apoyo parlamentario comunista.
Desde 1953 en adelante, cuando la Democracia Cristiana (DC) perdió la mayoría absoluta, las formaciones de los Gobiernos eran inciertas y el PCI (Partido Comunista de Italia) iba ganando fuerza.
Por lo tanto, dejar entrar a los comunistas en el Ejecutivo fue entonces la única forma de garantizar un Gobierno estable y una cierta gobernabilidad del país. Fue la única forma y seguiría siéndolo hasta 1993, cuando se cambió el sistema parlamentario y se fomentó la política de alianzas.
Siempre fue equívoca la actuación de las Brigadas Rojas. El resurgimiento de nuevos grupúsculos que se definen de izquierdas vuelven a tener su lado oscuro.
Silvio Berlusconi se inquieta por el retorno de las Brigadas Rojas. Acordémonos que Berlusconi es ex presidente, pero todavía el hombre que más medios de comunicación controla en Italia. ¿Puede haber algo de intoxicación informativa?

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