05 diciembre 2006

Golpe en Fiji: el paraíso perdido
















El jefe militar de Fiji, Frank Bianimarama, ha anunciado haber asumido el poder del país tras protagonizar un levantamiento armado y derrocar al primer ministro, Laisenia Qarase. Es la cuarta vez en veinte años que Fiji, una isla en el Pacífico Sur, sufre un golpe de Estado. Desde el pasado mes de mayo, cuando Qarase asumió un segundo mandato tras las elecciones legislativas, el comandante en jefe no ha dejado de amenazar con derrocar al primer ministro por corrupto y demasiado condescendiente con los protagonistas del anterior golpe, perpetrado en el año 2000.
En aquel entonces, el golpe fue llevado a cabo por un hombre de negocios, George Speight, descendiente de indígenas melanesios, que alegaba la defensa de los intereses de su etnia como la causa del mismo.

La república de Fiji es un Estado insular situado en el Pacífico Sur, al norte de Nueva Zelanda. Forma parte del denominado triángulo polinesio, que cubre una gran parte del Pacífico, con Hawai al norte, la isla de Pascua al sudeste y Nueva Zelanda al sudoeste. Los habitantes de Fiji están representados por dos etnias principales: los indígenas, que son los habitantes de origen melanesio, y los indo-fijianos, habitantes de la isla desde que, en la época colonial, fueron traídos desde India como mano de obra contratada para trabajar en la caña de azúcar. Muchos de ellos se establecieron en el archipiélago. El final de la II Guerra Mundial marcó el comienzo de su violenta rivalidad. En vistas de la independencia del colonizador británico, los partidos que se formaron a finales de los años 60 ya estaban estructurados según criterios de tipo étnico. La independencia, finalmente, se caracterizó por los acuerdos que se fraguaron entre Gran Bretaña y la etnia indígena, a la que se otorgó una clara preeminencia en lo referente al funcionamiento del aparato estatal, con el control de la fuerza policial, de la Armada y el mantenimiento del monopolio territorial. Los indo-fijianos, por su parte, controlaron y controlan la economía del país. La bipolaridad entre indios y fijianos indígenas, condicionante del contexto político, económico y cultural del país, está también en el origen de los sucesivos golpes de Estado, llevados a cabo mayormente por motivos étnicos y de lucha por las parcelas de poder. Los cuatro golpes son reflejo de la línea de fractura del país, puesto que el problema del nacionalismo fijiano es que no existe una nación fijiana. No existe el sentimiento de identidad nacional, puesto que se trata de un término inventado para la independencia del país.
Mapa del Pacífico Sur: http://www.lonelyplanet.com/worldguide/destinations/pacific/

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